El nombre de Napoleón Bonaparte te resulta tan familiar como la palma de tu mano, pero es probable que nunca hayas oído hablar de Jean-Nicolas Corvisart. Profesor de anatomía, fisiología y cirugía, médico del Hospital de la Caridad, catedrático en la Facultad de París y del Colegio de Francia, Corvisart supo ganarse la confianza de Napoleón y Josefina y fue su médico personal durante 10 años hasta la abdicación de Bonaparte en 1814. Poco antes, en 1806, había publicado un tratado pionero sobre el método de percusión torácica para diagnosticar afecciones cardiacas. Napoleón, a quien atendieron otros cuatro médicos personales durante su vida, dijo de él: “No creo en la medicina, pero creo en Corvisart”. El caso de este influyente médico francés del siglo XIX ilustra perfectamente la teoría de que detrás de cada gran personaje de la historia hay un gran médico. Tenlo muy en cuenta para tu futuro.
Pilar Díaz, presidenta de CTO.