Ante la tensa situación mundial, no está de más recordar la figura de un eminente cardiólogo y activista por la paz. Nos referimos a Bernard Lown, médico estadounidense que falleció en 2021 a los 99 años y que recibió el Premio Nobel de la Paz en 1985 por su lucha para la Prevención de la Guerra Nuclear. Lituano de origen judío, emigró a Estados Unidos en 1935 para escapar del nazismo. Allí se graduaría en la Universidad de Maine y sería profesor emérito de la Universidad de Harvard. También inventaría el primer desfibrilador para la resucitación cardíaca. Su enfoque humanista de la medicina y su defensa de la relación médico-paciente quedaron plasmados en el libro “The Lost Art of Healing”. Según el propio Dr. Lown: “El médico debe apoyarse en el arte del entendimiento humano para ampliar la visión que le proporciona la ciencia”. Un consejo que no debes perderte.