Seguro que te resulta familiar la atormentada historia de amor que vivieron el compositor Robert Schumann y su esposa, la pianista Clara Wieck, en el siglo XIX. Sin embargo, tal vez ignores que Clara tuvo que someterse a una terapia multimodal para poder superar el dolor crónico en el brazo que la aquejaba debido a la necesidad de aumentar sus actuaciones en público para mantener a su numerosa familia. El sanatorio privado del Dr. Esmarch ofrecía un tratamiento pionero que combinaba analgésicos, psicoterapia, fisioterapia y la modificación de los hábitos interpretativos, todo lo cual ayudó a la excelente pianista a retomar sus conciertos. En palabras de Clara: “El entusiasmo eleva al artista sobre sí mismo y aporta la energía y el fuego necesarios para lograr muchas de las cosas que no se lograrían en un estado de ánimo corriente”. Es una afirmación que puede serte muy útil en tu carrera.