Cuando se habla de las figuras destacadas por su trabajo en favor de la paz en el pasado siglo, suele omitirse el nombre de Suzanne Noël (1878-1954), pionera de la cirugía plástica francesa que ayudó a reconstruir las caras de miles de soldados mutilados o heridos tras la primera Guerra Mundial.
En 1924, Suzanne fundó en París el Club Soroptimista, formado por mujeres profesionales que trabajaban conjuntamente a nivel local, nacional e internacional para educar, capacitar y empoderar a mujeres y niñas con el objetivo de mejorar su vida.
La labor humanitaria de Suzanne también se manifestó en el siguiente conflicto mundial, ya que operó a judíos durante la ocupación nazi para evitar que fueran reconocidos por la Gestapo. Las desgracias personales que jalonaron su vida obligaron a Suzanne Nöel a refugiarse en la cirugía reconstructiva, disciplina que le debe mucho. Una mujer excepcional que ha hecho avanzar la medicina.
Pilar Díaz, presidenta de CTO.