Hace unos días falleció la actriz británica Maggie Smith, a quien seguramente recordarás por su papel como la condesa viuda Violet de la serie televisiva Downton Abbey o la profesora Minerva McGonagall de las películas de Harry Potter.
Esta grandísima actriz había estado luchando valientemente contra la enfermedad de Graves desde finales de la década de los 60, cuando tenía poco más de 30 años. Maggie comenzó a experimentar problemas oftalmológicos, como protuberancia del globo ocular, irritación y trastornos tiroideos, un calvario que no le impidió seguir adelante hasta completar una carrera interpretativa extraordinaria que ha hecho las delicias de varias generaciones de espectadores.
Una de las frases que la maestra Minerva McGonagall pronunciaba en el Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería de la saga de Harry Potter resulta muy elocuente:
«Las consecuencias de nuestras acciones son siempre tan complicadas, tan diversas, que predecir el futuro resulta ser muy difícil.”
Pilar Díaz, presidenta de CTO.
