El lugar al que un médico es destinado para ejercer su profesión puede influir notablemente en su carrera e incluso darle a conocer por otros aspectos que nada tienen que ver con la salud. Este es el curioso caso de Thomas Gann (1867-1938), un médico irlandés y arqueólogo aficionado que saltó a la fama por sus descubrimientos de numerosos yacimientos pertenecientes a la civilización maya.
Gann había sido nombrado oficial médico militar en Honduras británica (actual territorio de Belice), donde no tardó en interesarse por las ruinas mayas que se hallaban esparcidas por la zona, y de las que no se tenía apenas documentación. Este intrépido médico arqueólogo, estudioso de las enfermedades tropicales, descubrió yacimientos importantes como Lubaantún, Ichpaatún y Tzibanché, en Belice, y exploró varios templos de Tulum, México, donde encontró un valioso ídolo de estuco. Un ejemplo poco conocido de la vocación arqueológica de algunos Licenciados en Medicina.
Pilar Díaz, presidenta de CTO.