Si eres aficionado a la literatura, seguramente habrás disfrutado leyendo alguna de las obras de Fiódor Dostoievski. El padre del gran escritor ruso era médico militar y Fiódor nació en el Hospital de la Caridad de Moscú, donde estaba destinado su progenitor. El contacto del futuro autor con enfermos de todo tipo se produjo ya en la niñez y sería fuente de inspiración para sus novelas. El propio Dostoievski padeció problemas de salud durante toda su vida, como epilepsia, enfermedad que aparece en varias obras suyas como El idiota o Los hermanos Karamazov. Los ataques epilépticos se hicieron más violentos, acompañados de convulsiones generalizadas, a partir de su destierro en Siberia. Toma nota de estas sabias palabras del autor de Crimen y castigo que pueden guiarte en tus próximos pasos profesionales:
“El secreto de la existencia humana no solo está en vivir, sino también en saber para qué se vive”.
Pilar Díaz
