Hay médicos que no se contentan únicamente con practicar la medicina. Uno de los más célebres fue el escritor ruso Antón Chejov, que simultáneo su vocación por la medicina con una prolífica carrera literaria. Chejov es mayoritariamente conocido por sus numerosos y excelentes relatos, muchos de ellos de tema médico, como “Un caso práctico” o “El pabellón nº 6”. En su tesis literaria, defendió que el escritor debe limitarse a “plantear correctamente la cuestión”, al igual que el médico se plantea el diagnóstico de la enfermedad. Y hablando de esto último, Antón Chejov sufrió de tuberculosis gran parte de sus 44 años de vida. Esto no le impidió cultivar ambas profesiones con igual perfeccionismo. Según opinaba el genial médico-escritor: “Sólo durante los tiempos difíciles es cuando las personas llegan a entender lo difícil que es ser dueño de sus sentimientos y pensamientos”. Un valioso consejo para futuros médicos como tú.
Pilar Díaz, presidenta de CTO.