El 31 de julio de 1944 desapareció en un accidente de avión ocurrido en circunstancias misteriosas Antoine de Saint-Exupéry. El célebre autor francés ya había sufrido tres accidentes aéreos anteriormente, en uno de los cuales sufrió fractura craneal. Entre sus escritos de guerra, hay una carta dirigida al Doctor Henri Comte, un cirujano de Casablanca con quien solía conversar sobre diversos temas, acompañada de la radiografía que le hicieron tras caerse de una escalera. La muerte de su hermano a causa de una pericarditis en 1917 afectó profundamente a Antoine, quien escribió su libro más universal, El Principito, como antídoto contra la depresión y su nostalgia de Francia (redactó esta obra en Nueva York, la ciudad donde se exilió con su mujer en 1940, tras abandonar la Francia ocupada por los nazis). Apunta estas palabras de Saint-Exupéry:
“Solo seremos felices cuando tengamos conciencia de nuestro papel, incluso del más discreto”.
Pilar Díaz Aguilar