Seguro que te has asombrado al contemplar los chocantes cuadros de Salvador Dalí, el genio del surrealismo. Sin embargo, probablemente nunca hayas oído hablar del gran interés que Dalí sentía por los temas científicos. Dos de sus cuadros realizados en 1936 tienen como personaje central a un farmacéutico de Figueres:
“El farmacéutico del Ampurdán en busca de absolutamente nada” y “Farmacéutico levantando con suma precaución la cutícula de un piano de cola”. El descubrimiento del ADN en 1953 fascinó al artista gerundense, obsesionado con los avances de la biología molecular, y le inspiró las obras “El paisaje de la mariposa” (1957), “Galacidalacidesoxiribunucleicacid” (1963), dedicada a los científicos Francis Crick y James Watson, y “La escalera de Jacob”, que dedicó a Severo Ochoa en el homenaje que se rindió al Nobel español en 1975.
Atento a las palabras del artista catalán:
“Mi trabajo consiste en la ejecución meticulosa de mis sueños”.
Pilar Díaz Aguilar
