¿Te imaginas formarte como enfermera para terminar cantando óperas de Wagner en el circuito de la música internacional? Pues eso es justamente lo que le ocurrió a Lisbeth Balslev, una aclamada soprano danesa, nacida en 1945, que dejó la enfermería para estudiar canto. Balslev se especializó en interpretar a heroínas wagnerianas como Isolda y Brunilda, siendo una de las figuras destacadas del prestigioso Festival de Bayreuth. En palabras de Lisbeth:
“Afortunadamente, nunca me he encontrado en una situación donde tuviese que utilizar mis habilidades enfermeras entre bastidores, como aplicar un masaje cardiaco o algo parecido. Pero sí que he podido ayudar a mis compañeros dándoles algún buen consejo para gestionar problemas menores. Conversando con ellos, he tenido ocasión de echar una mano a algunos colegas que tenían problemas anímicos o personales. También he recurrido a mi experiencia como enfermera en una unidad psiquiátrica para algunas óperas como El holandés errante”.
Pilar Díaz

