Estamos en el año internacional de la Enfermería y, sin duda, el Covid 19 ha hecho que, de forma inesperada, sea un año vital para la profesión. Esta pandemia ha llegado como un huracán y ha puesto ‘patas arriba’ casi todo lo que había planificado.
¿Y cómo nos ha afectado? Pues la enfermería ha tenido que reinventarse y reubicarse para dar respuesta a esta pandemia tan brutal que hemos sufrido. Gente de digestivo, de consultas, de quirófano se ha ido a plantas Covid. Gente de cuidados especializados se ha ido a las UCIs (algunas improvisadas) para ayudar con los muchos pacientes Covid que las llenaban.
Sin darnos cuenta, la gran mayoría de los servicios de salud, sobre todo a nivel hospitalario, estaban llenos de pacientes Covid, con mayor o menos gravedad. Y enfermería ha estado ahí, dando brillante solución a los problemas. A veces al lado de los pacientes en urgencias, otras realizando cuidados críticos, también haciendo de puente con las familias y, desgraciadamente, estando al lado de muchas personas que han muerto solas, sin poder despedirse de sus familias.
Hemos vivido momentos muy, muy difíciles para los que no estábamos preparados. Momentos que se nos quedarán grabados para siempre y que nos marcarán profesionalmente en muchos aspectos. Y hemos estado ahí, creando un sentimiento colectivo de orgullo por pertenecer a esta profesión, de orgullo por uno mismo y por el resto de las compañeras.
Sin duda, esto ha puesto a prueba al sistema sanitario y a las enfermeras, que han respondido de forma sobresaliente haciendo turnos extras, cambiando su actividad, exponiéndose al contagio, a veces improvisando equipos de protección individual… Todo por cuidar a los pacientes y estar a su lado. Si en algún momento de la historia reciente la palabra cuidar ha tenido un sentido, ha sido ahora.
Nada será igual de ahora en adelante. Esta pandemia ha puesto de manifiesto el valor de la Sanidad de calidad, de la necesidad de entender que el dinero que se gasta en Sanidad revierte en beneficio de la población. En definitiva, el valor de la enfermería, el valor de la prevención, de los cuidados especializados, de los cuidados de las personas mayores, de los cuidados en el embarazo y el parto ante situaciones como esta…
Personalmente, tengo que reconocer que no ha sido nada fácil trabajar en esta situación, sobre todo las 3-4 primeras semanas. Sabíamos muy poco sobre el coronavirus, no teníamos todos los equipos que nos hubiera gustado tener, veíamos como compañeras se iban contagiando, como había ansiedad, tensión, nervios en cada turno…. Pero el valor de tu trabajo puede más que todo eso. Las ganas de cuidar a una embarazada, de buscar que tenga el mejor parto posible… Te das cuenta de no puedes dejarte llevar por ese miedo que se respira y que estás ahí para ayudarla, para tranquilizarla, para acompañarla, para hacerle ese difícil trance (el que se supone que es uno de los días más felices de su vida, con el nacimiento de su hijo), lo más llevadero posible. Y sientes que ella está por encima de ti. Y te sientes orgulloso de tu profesión. Y te sientes feliz por haberla elegido.
Esto que os cuento de mí os lo pueden contar miles de enfermeras y enfermeros, en los muchos sitios de trabajo. Mucha gente que ha seguido trabajando, asumiendo el riesgo del contagio, o de llevar el virus a su casa y contagiar a sus familiares, pero ha seguido ahí, demostrando el valor que tienen los cuidados en las personas, demostrando que no hay más #nursingnow que lo que se ha hecho este año, y demostrando que sin cuidados no hay sociedad ni vida.
Esperamos que esto que hemos vivido refuerce a la enfermería, mejore sus condiciones laborales, dé el impulso necesario a las especialidades de enfermería, aumente su valor social y le permita romper el techo de cristal con el que muchas veces se encuentra.
Ahora es el momento, nunca ha habido unas generaciones conviviendo tan preparadas, unas con su experiencia, otras con su formación. Una combinación para llevar a la profesión a donde se merece. ¡Que viva la enfermería! Gracias a tod@s por el ejemplo que habéis dado.
Javier González, profesor de CTO Enfermería