Por estas fechas, siempre nos acordamos del entrañable Cuento de Navidad de Charles Dickens, pero lo que tal vez no sepas es que el famoso escritor inglés fue un estudioso de la medicina durante toda su vida. Visitaba los museos de anatomía y recorría las calles de Londres fijándose en las personas que sufrían lesiones y enfermedades. Los conocimientos que iba adquiriendo los utilizaba para descubrir algunas afecciones que aún no figuraban en la nomenclatura médica, como la apnea del sueño.
Charles Dickens atrajo la atención pública hacia las personas que trabajaban en fábricas peligrosas y vivían en condiciones insalubres y, gracias a sus escritos y discursos, se fundó el primer hospital pediátrico de Londres en Ormond Street. En palabras del genial escritor victoriano: “Nadie que alivia los males de otros es inútil en este mundo”. Una frase que parece escrita especialmente para los profesionales de la Medicina como tú.
