El 14 de noviembre de 1840 nacía en París el pintor Claude Monet, uno de los más notables representantes del impresionismo. Seguro que has disfrutado mucho admirando sus series de pinturas sobre nenúfares o la catedral de Rouen, pero quizás no sepas que el magistral artista sufrió de cataratas en la última etapa de su vida y esto afectó gravemente a su percepción de los colores, así como a la representación de los detalles y los contornos en su obra pictórica.
El progresivo deterioro de su enfermedad le obligó a operarse en 1922, a la edad de 82 años, gracias a lo cual su visión quedó restablecida parcialmente y le permitió continuar pintando hasta su muerte, en 1926. En palabras de Monet:
“Es a fuerza de observación y reflexión como se logra encontrar un camino”.
Sabias palabras de un genio a quien la medicina ayudó a seguir cultivando su arte.
Pilar Díaz, presidenta de CTO.