Aunque eres muy joven para recordarlo, seguro que has visto en películas y documentales un acontecimiento histórico que sobrecogió al mundo: el asesinato de John Fitzgerald Kennedy el 22 de noviembre de 1963. Una de las enfermeras que atendieron al malogrado presidente en aquella fatídica fecha se llamaba Phyllis Hall, se había graduado en Enfermería seis años antes y estaba terminando su turno en el Parkland Hospital de Dallas: “Las puertas se abrieron bruscamente y no tuve tiempo de pensar qué estaba ocurriendo. Vi que trasladaban al presidente en una camilla hacia la sala de trauma.” Phyllis llegó a sostener la cabeza del presidente mientras el equipo médico intentaba reanimarlo.
En palabras del propio Kennedy: “Los problemas del mundo no pueden ser resueltos por escépticos o cínicos cuyos horizontes están limitados por las realidades obvias. Necesitamos personas que puedan soñar con cosas que nunca existieron”. ¿Te sientes una de ellas?