¿Se puede ser compositor de música clásica y a la vez un pionero en las investigaciones de la relación del colesterol con las enfermedades cardíacas? El ruso Alexander Borodin (1833-1887) es el testimonio de que la música y la medicina pueden compaginarse con una tercera vocación: la química. El autor de “En las estepas de Asia Central” y la ópera “El príncipe Igor”, miembro del famoso “Grupo de los Cinco” que aglutinó el nacionalismo musical ruso, ejerció la medicina al principio de su carrera para luego dedicarse a la química y a la música. Además, enseñó en la Academia Médico-quirúrgica de San Petersburgo, donde organizó un innovador curso de formación médica para mujeres rusas. La música fue para Borodin un pasatiempo que le abstraía de su principal ocupación: la ciencia: “Me encantan la academia y los alumnos, porque para dirigir el trabajo de los jóvenes, debes estar cerca de ellos”.