Mi nombre es María, soy enfermera y en 2014 obtuve mi plaza como residente de Enfermería Geriátrica en la Unidad Docente Multiprofesional (UDM) del Hospital Ramón y Cajal de Madrid. A través de estas líneas quiero haceros llegar lo que siento por esta especialidad y lo que a mí me ha aportado, así como las oportunidades que os abre y todo lo que podéis aprender de ella.
Tengo el atrevimiento de afirmar sin ningún tipo de duda que la Enfermería Geriátrica es la especialidad más desconocida y que cuando te adentras en ella te atrapa de un modo inigualable… ¿a qué se deberá?
- Aporta una visión única de la persona mayor y de su entorno. No tiene nada que ver atender a personas mayores con la mirada geriátrica y gerontológica.
- Permite poner en práctica conocimientos muy variados y nos pone constantemente en el reto de abordar situaciones muy complejas de manera proporcionada, ética y empática.
- El trabajo en equipo con el resto de las disciplinas y con la persona y su familia es imprescindible y nos enriquece cada día, del mismo modo que nos pone a prueba.
- Es necesaria la inquietud investigadora, así como la potenciación de nuestras habilidades gestoras, docentes y de liderazgo. Las enfermeras geriátricas debemos ser líderes en el Sistema Sociosanitario en la atención a la persona mayor.
Uno de los aspectos que más se desconocen de esta especialidad son las rotaciones que realizamos durante nuestra formación. Debéis saber que, gracias a ella, conocemos de un modo muy completo todos los dispositivos disponibles:
- Centros de Atención Primaria.
- Servicios de Urgencias Hospitalarias.
- Unidades de Hospitalización de Agudos y Unidades de Convalecencia.
- Unidades de Hospitalización de Ortogeriatría.
- Consultas generales y específicas (por ejemplo: Unidad de Caídas, Oncogeriatría, Heridas, Continuidad Asistencial…).
- Hospitales de Media Estancia.
- Cuidados Paliativos Hospitalarios y Domiciliarios.
- Centros Sociosanitarios.
- Unidades de Investigación.
Pero… ¿qué hacemos los dos años?
- El trabajo interdisciplinar es fundamental y, por ello, rotamos con enfermeras, pero también con médicos geriatras, trabajadores sociales, psicólogos, fisioterapeutas y terapeutas ocupacionales.
- Realizamos valoraciones geriátricas y psicogeriátricas.
- Aprendemos la complejidad que supone el abordaje de los síndromes geriátricos y la problemática ética y legal que a veces acompaña.
- Nos empapamos de fisiopatología, farmacología, abordaje de urgencias, final de vida, promoción de la salud y mucho más.
- Realizamos proyectos de investigación, sesiones, acudimos a congresos y jornadas y presentamos nuestros propios trabajos y publicaciones.
- Nos ocupamos y preocupamos en formarnos en la gestión de casos complejos y en la gestión sanitaria.
… y cuando terminamos nuestra formación, algo dentro de nosotras ha cambiado para siempre y nunca más veremos la profesión ni la sociedad del mismo modo.
¡La Enfermería Geriátrica es Enfermería en su máxima esencia!
María Zamora, enfermera especialista y profesora de CTO Enfermería.