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Mejora tu rendimiento con estas técnicas de estudio

Mejora tu rendimiento con estas técnicas de estudio

Dentro del campo académico, la clave para el éxito no reside únicamente en la cantidad de tiempo que dedicas al estudio, sino también en la organización de este tiempo.

Las técnicas que empleas durante tus sesiones de estudio son un factor determinante e influyen directamente en tu capacidad para comprender, retener y aplicar el conocimiento adquirido.

Sabemos muy bien que esta organización del tiempo de estudio depende siempre de cada estudiante, sin embargo, existen muchas técnicas contrastadas que puedes utilizar para mejorar tus jornadas de estudio.

A continuación, os contamos algunas de esas técnicas.

Técnicas de Estudio para mejorar tu rendimiento

1. Método Pomodoro:

Hay numerosas estrategias que pueden potenciar y elevar tu eficiencia para lograr mejores resultados en un lapso de tiempo reducido. Sin embargo, pocas resultan tan fascinantes como el método del tomate, conocido popularmente como la técnica Pomodoro. Este enfoque no solo fomenta la productividad, sino que también promueve una gestión óptima del tiempo, ayudándote a establecer nuevos hábitos para maximizar tu rendimiento en el trabajo o en momentos de creatividad.

El enfoque del método Pomodoro, creado por Francesco Cirillo en los años 80, es dividir el tiempo de estudio en intervalos cortos (generalmente 25 minutos) seguidos de descansos breves (5 minutos) se ha demostrado efectivo para mantener la concentración y evitar la fatiga mental.

2.  Mapas mentales:

Los mapas mentales son una forma visual y creativa de organizar información. Para una correcta organización y ordenación de conceptos, en los mapas mentales se utilizan conceptos clave, colores y conexiones para representar y conectar ideas. Esta es una técnica excelente para visualizar relaciones entre conceptos y facilitar la memorización.

3. Resumen y esquematización:

Resumir la información y crear esquemas claros y concisos es clave a la hora de simplificar conceptos complejos, lo que ayuda a identificar y recordar los puntos esenciales de un tema de manera más fácil y rápida, además de facilitar la comprensión de un texto a priori más complicado.

4. Estudio en grupo:

El estudio en grupo es una oportunidad para intercambiar ideas y compartir tus dudas. Durante todo este proceso tus compañeros pueden darte claves de aquello que se te escapa y a la vez, tú podrás reforzar aquello que ya sabes respondiendo las dudas de tus compañeros. Por ello, la enseñanza y el aprendizaje mutuo mejoran la comprensión; explicar temas a otros fortalece tu propio entendimiento y escuchar perspectivas diversas enriquece la comprensión del tema.

5. Lectura activa:

El subrayado, las anotaciones y la reflexión forman parte de la lectura activa. En lugar de leer pasivamente, involúcrate activamente con el material. Haz anotaciones, subraya ideas clave y formula preguntas mientras lees. Esto fomenta la comprensión y retención del contenido. De esta forma, no solo memorizarás, sino que, comprenderás el porqué de aquello que estás estudiando, lo que a largo plazo ayuda a retener mejor la información.

Como ves, existen multitud de formas de organizar el estudio, además, cada persona conoce perfectamente cual es su mejor forma de optimizar el tiempo.
Desde CTO siempre ayudamos a nuestros alumnos en la organización de su tiempo de estudio. Gracias a nuestra plataforma virtual, personalizamos el calendario de cada alumno para adaptarlo a sus necesidades y características.

Y tú, ¿qué técnica de estudio utilizas?

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