• Salva Martín
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Primeras impresiones del MIR 2020

Ha sido el primer examen del nuevo formato de examen MIR. Sólo 175 preguntas con 10 de reserva y cuatro horas para resolverlo. Había expectación por ver cómo se gestionaría el cambio de formato: ¿reducirían preguntas de todas las asignaturas proporcionalmente? ¿suprimirían algunas materias? ¿cuántas imágenes aparecerían? ¿variaría el grado de dificultad?

Estas preguntas han tenido respuesta de una manera más o menos previsible. Ha existido una reducción proporcionada de preguntas de cada disciplina, incluidas las imágenes que han pasado de 35 a 27. Esperable, aunque en nuestra preparación preferimos apostar por el “peor escenario” y mantener las 35. No han desaparecido asignaturas. Previsible, así como el auge de materias que ya aparecían en anteriores ejercicios, como Geriatría o Medicina de Urgencias. El grado de dificultad ha sido también el esperado: un examen difícil y exigente, con algunas preguntas de extremada complejidad y otras muy sencillas, pero con un gran volumen de preguntas intermedias (de ésas que dudas entre dos y que son las que marcan diferencias). Todo esto entraba en la mayoría de las quinielas, pero lo que nos pilló algo por sorpresa fue el aparente desorden de las preguntas. Los bloques rígidos que se mantenían desde cinco años atrás desaparecieron y, con ellos, la comodidad del opositor en ciertas fases del examen: “esto tiene que ser un embolismo pulmonar porque está en el bloque de Neumo”. Previsoramente, habíamos realizado dos simulacros con ese mismo desorden “por si las moscas, que nunca se sabe”, y nuestros alumnos eran conscientes de su capacidad para defender bravamente una prueba en esas condiciones.

La extensión del examen fue, a mi juicio, adecuada. No tan extenso como para poner al aspirante entre la espada y la pared, ni tan corto como para no introducir ese valor “psicométrico” que tiene verse forzado a solucionar preguntas con rapidez y diligencia.

Después de la decisión no bien entendida de reducir en 50 preguntas el examen (lo que podía conllevar una pérdida de capacidad de discriminación), los responsables del MIR han conseguido mantener la dificultad y, por tanto, esperamos que sea capaz de discriminar suficientemente. Pero los resultados tendrán la última palabra.

Por parte de CTO sólo podemos expresar nuestra enorme satisfacción por el trabajo y compromiso de todas las personas que componen esta familia, y el inmenso orgullo de haber contado con unos espectaculares alumnos que se han dejado la piel en todo momento para pelear por su futuro.

A todos, un millón de gracias.

 

Fernando de Teresa, director académico de Grupo CTO

Twitter: @FernandoT_CTO

Instagram: @fernandodeteresa_cto

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