• Salva Martín
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Ser tutora MIR en CTO

Hace ya casi tres años comencé a trabajar como tutora en CTO. Desde el principio, agradecí enormemente a la academia que me diese esta oportunidad, pero a medida que van pasando los años, me voy dando cuenta de lo mucho que aporta esta experiencia en mi vida.

Cuando comencé a ser tutora, era inevitable sentir a los alumnos como si fuesen hermanos pequeños. Y en parte, percibía que ellos me veían como una hermana mayor. Hay mucha gente que piensa que el tutor está básicamente para dar ánimos, para hacerte confiar de nuevo en ti mismo cuando el cansancio y la duda no te dejan avanzar en la preparación.

Es cierto que esa es una de nuestras funciones, pero ni de lejos es la única. A menudo durante la preparación nos encontramos con muchos alumnos cuyo ánimo flojea llegado a un determinado punto. Cabría esperar que ese ánimo bajo lo solventasen con apoyo cercano (amigos, pareja, familia…). Sin embargo, a menudo, el ambiente cercano de los alumnos no es entiende al 100% la preparación MIR. Es complicado explicarle a un mejor amigo que los electros se te atraviesan… si tu mejor amigo es ingeniero industrial. O es complicado explicarle a tu madre que, por muchas horas que estudies al día, sientes que no es suficiente… porque a tu madre siempre le parecerá que estudias demasiado y que serás el mejor médico del mundo. Es entonces cuando el alumno se plantea “el tutor no es mi familia, no es mi mejor amigo… pero quizá me entienda más de lo que pienso”. En ese momento comenzamos a recibir correos o llamadas llenas de sinceridad, de desahogo, de angustia también. Esa conexión que se crea cuando un alumno decide recurrir a ti para liberar toda la ansiedad que tiene dentro… es especial. Como tutor, y reciente ex-opositor MIR, te das cuenta de que esa persona está poniendo toda su confianza y esperanza en esa conexión. En un buen número de ocasiones, sólo necesitan desahogo y una persona con experiencia que les diga “lo estás haciendo bien, no te tortures, respira y dale duro”.

En otras ocasiones, hay claros aspectos que mejorar. Y entonces empieza el trabajo más serio. Detectar el problema en un alumno y buscarle solución es algo complicado, pero genera mucha satisfacción cuando el alumno remonta. Nadie mejor que un tutor, que ha sido estudiante MIR hace tan poco, puede detectar el fallo en la metodología de estudio del alumno ya que, lo más probable es que sean fallos que el propio tutor cometió en su momento. Por eso es tan importante que el alumno deposite su confianza en el tutor. Como alumnos solemos ser cabezotas y perfeccionistas, y a veces nos cuesta hacer caso ante una propuesta de cambio. Nosotros aconsejamos a todos los alumnos que se dejen guiar, porque a menudo el cambio va seguido de un email con un “tenías razón, he mejorado”

Otra de nuestras funciones es ayudar a aquellos alumnos que durante la preparación MIR tienen situaciones especiales que les impiden dedicar tantas horas al día al estudio en comparación con sus compañeros. Nos hemos encontrado casos de todo tipo: desde compaginar estudio con trabajo o cuidado de niños… hasta una alumna con una lesión traumatológica grave que le producía dolor crónico y le obligaba a hacer rehabilitación a diario. Cuando inicia el curso, estos alumnos suelen comenzar con fuerza pero, a medida que pasan las semanas, se van desanimando, se van “dando por perdidos”, porque ven que no alcanzan el planning que hacen otros compañeros. Nosotros animamos siempre a los alumnos a que, si tienen una situación así, se pongan en contacto con nosotros desde el principio de curso. Les diseñamos un plan de estudio adaptado a las horas diarias de las que dispongan, de forma que sea un plan asequible para ellos, obtengan buenos resultados y no se desanimen. La mayoría de los alumnos que se dejan aconsejar en este aspecto, acaba obteniendo resultados espectaculares.

¿Y todo esto cómo es posible? Con muchísima colaboración. Los tutores estamos en contacto continuo con informática, coordinación académica, secretaría, claustro de profesores… Se podría decir que para muchas cosas el tutor es el primer escalón de contacto que tiene el alumno, pero nuestro trabajo no sería posible si no nos encontrásemos en estrecha relación con el resto del equipo de CTO. Es esta colaboración la que nos hace ser resolutivos.

En breve hará tres años que yo hice mi propio examen MIR y hoy, como residente, miro atrás y pienso lo afortunada que fui de tener un tutor que me acompañase durante esos duros meses.

Patricia García-Casarrubios @PatriG_TutorCTO

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